El Estudio se encuentra estructurado en 6 secciones:
- Estado del arte del cambio climático en los gobiernos municipales: a nivel internacional se abordan las causas del cambio climático de manera breve y las aristas nuevas que abre en el quehacer de los Estados ante los eventos extremos y de difícil predicción. A nivel nacional, los esfuerzos del Estado chileno en materia de implementación de políticas públicas y el rol de los gobiernos locales.
- Análisis de datos comunales a través de mediciones climáticas: Temperatura media del período estival; Temperatura media del período invernal; Precipitación normal anual; generando una proyección de las temperaturas medias esperadas para el 2050, mediante la creación de 5 grupos comunales que abarca el 99,13% de los gobiernos locales del país.
- Análisis de los municipios frente el cambio climático: mediante el estudio de los Planes de Desarrollo Comunal (PLADECO) de los grupos previamente designados para determinar el estado actual en esta materia de los gobiernos locales.
- Planes de acción de los municipios ante el cambio climático: en términos teóricos, continuando con el capital humano, y los implementos que tienen los municipios para hacer frente a probables catástrofes.
- Conclusiones finales del Estudio en que se presentan los principales resultados, desafíos y fortalezas en el municipalismo chileno ante el cambio climático.
CONCLUSIONES
La investigación sobre el Cambio Climático y las comunas de Chile, ha permitido dilucidar la situación actual de los gobiernos locales a nivel general y agrupado por categorías en todo el territorio. En tanto, la primera sección a través del análisis de datos en relación a los efectos del cambio climático y una proyección a 2050 en el territorio nacional, se elaboró “una base digital del clima comunal de Chile: línea base (1980-2020) y proyección al año 2050”. Se analizó el 99,13% de los municipios del país, los cuales fueron divididos en cinco grupos (de norte a sur del país). El primer grupo está conformado por 47 municipios; el segundo grupo por 165 municipalidades; el tercer grupo por 27; el cuarto grupo por 16 y el quinto por un total de 87 gobiernos municipales.
A nivel general en base a las variables analizadas se constató cambios relevantes meteorológicos,
que es a la vez una proyección del continuo cambio climático. A nivel general se aprecia el aumento sostenido de la temperatura media en todo el país tanto en la época estival como invernal, sumando la disminución de las precipitaciones en todo el territorio. Una combinación no alentadora por los distintos efectos que pueda tener en los ámbitos geográficos (sequias e incendios por ejemplo), sociales (conflictos medioambientes por la utilización de recursos escasos), políticos (complejizarían la toma de decisiones), entre otros. En tanto, los resultados obtenidos por los grupos, también es una oportunidad para la capacidad anticipación que pueden tener los gobiernos locales y a nivel de estado en general, propiciando puntos de encuentro, la reducción de los riesgos y mitigación de las consecuencias, además, creando y fomentando la educación en las comunidades de la responsabilidad ante el cambio climático y desarrollo de un estilo de vida sustentable. Un cambio cultural.
El grupo 1 presenta el mayor aumento de temperatura en época estival de todo el país con el 2,3 grados, a la vez que la disminución de las precipitaciones alcanza los 3,3 milímetros. Cifra considerable entendiendo la geografía norte del país son sectores áridos. El grupo 2 en tanto, tendrá un promedio de aumento de temperatura en época estival de 2,03 grados y disminución de precipitaciones de 78,03 milímetros. El grupo en 3, la proyección establece un aumento promedio de 2,08 grados en época estival e invernal en 1,33. La disminución de precipitaciones alcanzaría 302,02 milímetros. El grupo 4, tendrá un aumento promedio de 1,19 grados en época estival y la diminución de 203 milímetros de precipitaciones. Y finalmente, el grupo 5 la proyección es un aumento de 1,11 en época estival y 1,49 en invernal, mientras que las precipitaciones disminuirán
0,31 milímetros. Teniendo en cuenta los resultados, se hace necesario vislumbrar las prácticas que los gobiernos locales tienen en su territorio. Por lo cual, se procedió al análisis de los instrumentos de planificación PLADECOS de los grupos que se utilizaron en la primera sección, a través de muestras del total. En este sentido, se buscó determinar en primer lugar si los gobiernos locales han reconocido los riesgos del cambio climático en su territorio y qué medidas han tomado. A través de un instrumento metodológico en base a la creación de tres categorías de análisis cuantitativa con resultados binarios, constituye la base de los resultados obtenidos.
Es importante destacar en este punto y preocupante a la vez, es la heterogeneidad del instrumento en el escenario local, a pesar que se encuentra mencionado por la Ley N°18.965 Orgánica Constitucional de Municipalidades junto a los instrumentos de planificación de Plan Regulados y Presupuesto Municipal. Se constató en el análisis que parte de los municipios del país, no cuentan con un PLADECO actualizado, no están en la página web mediante un acceso público, y además, sumado a ese punto, los instrumentos de planificación son disimiles entre las comunas, en tanto no existe un formato único establecido por ley que regule todo el territorio, produciendo diferencias relevante entre el contenido de los instrumentos de planificación y el énfasis en las secciones que lo componen. Las variables analizadas a nivel general, por el puntaje total obtenido en todos los grupos, corresponden a: Cuenta con PLADECO o plan de emergencia comunal, por motivos de análisis el 100% de las comunas cuenta con aquello. En el contexto de las variables de riesgo, se hicieron tres preguntas:
- Sobre la determinación de los efectos el 78% de los PLADECO analizados determinaban los efectos de los riesgos en el territorio.
- En tanto la mitigación de las causas presenta el menor porcentaje de todas las variables con solo 23,91% del total, presenta un desafío importante de los gobiernos locales y urge trabajar en dicha área, que puede ser reversible.
- En tanto las políticas de adaptación y prevención en las comunidades, el 56,52% de los municipios tiene un plan en este sentido expresado.
La existencia de un plan de contingencia comunal, solo el 39,13% cuenta con aquello en los instrumentos analizados. Es relevante destacar que los gobiernos locales que no contienen información de las variables analizadas en los instrumentos escogidos no significa que no contengan una política con éstos motivos, sino que no utilizan los instrumentos legalmente obligatorios de planificación comunal que son de carácter público como mecanismo de planificación interna, por ende es menester hacer análisis en profundidad de la realidad municipal y la burocracia interna con sus distintos programas y planificaciones, para determinar la estructura que utilizan, sus ventajas y desventajas. A nivel de grupos, destacan las comunas del Grupo 3 y Grupo 1, ambas con 32 puntos (de 50), es decir con el 64% cumplimiento del total.
No obstante, se observa el principal déficit es la existencia de un plan de contingencia comunal, mientras que para el grupo 1 el déficit se encuentra la mitigación de las causas. Es seguido por el grupo 5 con el 62%, representa 22 puntos (de 35), en el análisis de las variables el peor puntaje lo obtuvo en la mitigación de las causas, con 0. A la vez coincide a nivel nacional con el peor puntaje en dicha categoría. Situación reversible por los municipios, que deben trabajar en aquello. El grupo 4, está en tercer lugar con el 60% de cumplimiento con 30 puntos (de 50). El peor puntaje lo tiene en la existencia de los planes de contingencia con solo 2 puntos. En último está el Grupo 2 de comunas con 46,67%, es decir 21puntos (De 45). Presenta sus menores puntajes en tres variables, mitigación de causas, política de adaptación y prevención, junto a planes de contingencia comunal, cada uno con 2 puntos. Siguiendo con el análisis, nos permite determinar las características esenciales por comunas en relación a los cambios climáticos proyectados a 2050 y la relevancia que éstos le dan a su interior.
En tanto, los municipios a nivel particular debiese avanzar en las áreas con mayores falencias y consolidar aquellas con buenos resultados, parte importante de todo el trabajo responde a la motivación y proactividad que tengan las autoridades, como también los proyectos a largo plazo en que se priorice una visión de Estado y comunal, sobre políticas cortoplacistas. Teniendo en cuenta lo anterior, fue necesario indagar en cómo las planificaciones en el municipalismo chileno se concretan en términos prácticos en la realidad. Esta parte de la investigación se desarrolló a partir de solicitudes de transparencia mediante un análisis a 182municipalidades del país, equivale al 52,75% del total. Se destaca que el 83% de los municipios informaron que cuentan con algún documento en que identifican las amenazas y vulnerabilidades de su comuna. Un buen indicador a nivel general. Información que se contrapone con el bajo porcentaje de aquellos que no tiene, el 7,1%. Un porcentaje pequeño reversible si se toman las medidas al interior del municipio. Mientras, que en la accesibilidad del documento al público el57,1% informó que debe ser solicitado al municipio, lo que implica una barrera a la información que debiese ser pública. Se suma a esta práctica el 1,6% que expresó no tener acceso momentáneo. El13,2% tiene una política de transparencia proactiva, a través de internet en las páginas municipales. El 28% no informa sobre la accesibilidad. Llama la atención la heterogeneidad de profesiones de la persona que es el/la encargado(a) comunal de emergencia, contabilizándose 16 áreas profesionales. Disimilitud en profesiones tipo arquitectos, abogados, ingeniería, trabajador social, constructor civil, pertenecientes a las FFAA y enseñanza media completa.
En relación al tipo de instrumentos materiales que cuentan los municipios para hacer frente ante posibles catástrofes en su territorio, el 56,6% tiene vehículos de carga en disposición comunal, el 54,9% tiene maquinaria pesada, mientras que el 52,7% tiene vehículos de transporte, 44% cuenta con camiones aljibes y solo el 25,3% tiene aparatos de comunicación. Las cifras a nivel general son preocupantes, y completamente necesario que los gobiernos locales en función de los probables desastres que puedan ocurrir en su territorio, cuenten con los medios necesarios para aplicar el plan de emergencia y a la vez, en comunicaciones, poder coordinarse con las organizaciones nacionales.
Es un punto que el municipalismo en su conjunto se debe hacer cargo de tan relevante déficit.
Además de tener en cuenta la profesión de los encargados del área de emergencia, se analizó la formación de capital humano en los municipios en función a las capacitaciones que asistió el personal de emergencia comunal, es una tarea pendiente a nivel municipal, solo el 37% afirmó que los profesionales asistieron alguna. Lo cual es un impedimento en el proceso de formación continua en un contexto en que los procesos, buenas prácticas, teorías y conocimiento en general están en constante avance. El 31,5% de aquel porcentaje expresó que la última capacitación fue en 2016, y solo el 17,4% durante el 2017. Reafirma la necesidad de generar políticas de capacitación constante.
Mientras que a nivel del número de personas capacitadas, se demostró que una relación inversamente proporcional, mientras más personas fueron capacitadas, menos son los municipios que realizan esa práctica. Una mala práctica destaca en 23 municipios que manifestaron no haber realizado capacitaciones al personal. El 50,6% de los municipios manifestó tener un plan comunal de protección civil y/o emergencia realizado entre 2016 o 2017.
En tanto el 18,4% está en proceso de actualización, un muy indicador. El 21,8% tiene sus respectos planes cuya última actualización es del (2002 – 2015), los municipios con actualización de más de 10 años y aquellos que no tienen plan, quedan marginados de los esfuerzos a nivel central en el proceso de desarrollo de políticas públicas preventivas y de mitigación, la voluntad política y el peso que toman los gobiernos locales al cambio climático es menor al peso real que tiene. Complementando lo anterior, se contabilizaron lo preparado que están los municipios ante la eventualidad de damnificados producto de desastres naturales u otros, a través de los albergues o refugios comunales (incluye centro de operaciones).El 61,8% expresó que contaba con alguno, tipo de esas instancias, a nivel nacional los recintos educaciones son los más utilizados (35%), seguido por el recinto municipal (29%) y en tercer lugar los recintos deportivos (17%), también en menor porcentaje son utilizados parques, recintos de salud, recintos religiosos, sedes comunitarias. El 4,7% de los municipios no tiene ningún albergue, una cifra baja, sin embargo significativa en caso de emergencia. El 33,6% no especifico la cantidad de albergues.
El estudio a nivel general demostró como ante la coyuntura mundial del cambio climático que parece irreversible en el sistema internacional debido a la poca capacidad de consenso que han tenido las potencias sobre la aplicación de restricciones en las emisiones de Gases de Efecto Invernadero para evitar así los condiciones meteorológicas extremas en el mundo. A nivel nacional se han aplicado distintas normativas internas para cumplir con el compromiso del Estado con el medioambiente.
En tanto, las políticas aplicadas a nivel central tienen relación con adaptación y prevención. Por ende, debe existir un compromiso de todas las instituciones del Estado mediante un relato coherente desde lo macro a lo micro, es decir, los gobiernos locales. Son estos los que aplican muchas las políticas públicas en los territorios bajo su jurisdicción, son un actor relevante en el sistema político debido al rol que tienen. Es así, que ante eventuales catástrofes climáticas son éstos que deben responder en primera instancia a través de las herramientas, planes, y coordinación con otros actores, en este marco, se hace relevante el actual estudio que ha demostrado mediante proyecciones a nivel país los cambios meteorológicos y sus posibles consecuencias. Aumentando la complejidad de los desastres por la propia geografía de Chile, combinado con la alta concentración de la población en núcleos urbanos y la eyección de muchos municipios de carácter rural en zonas de difícil acceso y conectividad, genera un escenario intricado.
Resulta lógico que el municipalismo chileno al tanto de la situación a través de mecanismos proactivos y prospectivos tomen caminos en el marco de la gestión de emergencia y planificación ex antes, ex post, infraestructura, medidas de coordinación, planificación territorial entre otras. Generando conciencia colectiva en la ciudadanía de los riesgos naturales a los que están expuestos, los planes preventivos, y mejorar la capacidad de reacción de las instituciones a través de la coordinaciones claves necesaria. En tanto se refleje en políticas planificación estratégica municipal que se concretice en planes de largo alcance, y en constante actualización o revisión, en ese sentido se hace relevante lo exigido legalmente de los Plan de Desarrollo Comunal o Planes de emergencia que dé cuenta del contexto comunal identificando las distintas variables en su territorio.