Por Patricio Urquieta García
Intendente de Atacama
La gran misión de nuestra generación es conquistar el desarrollo integral de nuestro país. Un Chile que brinde oportunidades de progreso a las familias y las seguridades de que vivirán una vida con dignidad. Estamos conscientes de que es un camino que supera los límites temporales de este mandato, pero todos los esfuerzos del Gobierno del Presidente Piñera están dirigidos a entregar un país, y una región mucho mejor que la que recibimos.
En 2018 el Presidente Piñera recuperó la tradición republicana del diálogo y los acuerdos, se hizo cargo de las urgencias sociales, y puso las prioridades de la gente en el centro de la acción política del Gobierno, logrando poner a Chile en marcha. Entre esas prioridades, está la seguridad porque es la primera prioridad de los chilenos, y volver a crecer y crear empleo para abrir nuevas oportunidades. Aún falta mucho por hacer, pero el objetivo es compartido, el camino está trazado y estamos convencidos de que nuestras ideas permitirán que las familias de Chile tengan una vida más feliz.
Algunos dicen que vivimos una época de cambios; y otros, un cambio de época. Por eso, hoy debemos mirar más allá del horizonte, y tomar una decisión. Se acerca la cuarta revolución industrial, la sociedad del conocimiento y la información, que abrirá un mundo de oportunidades que debemos aprovechar.
Este 2019, el sello del gobierno del Presidente Piñera será la clase media, que es el alma de nuestro país. Queremos interpretar sus valores, sus aspiraciones y reducir sus temores. Por eso la agenda puesta en marcha está enfocada fundamentalmente en ellos, en seguridad, empleo y un Estado que los ayude en tiempos difíciles.
Por eso, la unidad a la que siempre ha convocado el Presidente Piñera será clave. Siempre es posible mejorar, por eso la gradualidad será protagonista a fin de que avancemos más seguros; y también es posible ir más rápido, si hay apertura y grandeza de todos los sectores políticos, a fin de contribuir a mejorar las propuestas, sin desnaturalizar el propósito del programa de Gobierno que eligió la gran mayoría de los chilenos.